Jueves, comienza un día despejado en La Salgar, Asturias. A las 11, zumo de naranja en mano, empieza el trajín de lo que será un largo día.
Después del desayuno con la prensa, un rato para charlar entre amigos y dar un paseo por los alrededores, Nacho y Esther ejercieron de anfitriones mostrándoles su tierra, de la que tanto les habían hablado.
Durante la comida, como no podía ser de otra forma, disfrutaron del producto del Cantábrico, pescado del día. Poco después, con los preparativos del servicio, ya comenzaban los nervios.
Todo listo. Todo el mundo en sus puestos. Llegaron los primeros comensales y los nervios se transformaron en ganas e ilusión. Comienza la función.
Una experiencia increíble, no hay nada más gratificante que ver a nuestros clientes disfrutar. Y aunque el trasiego en la cocina era una locura, hay que decir que el ambiente fue inmejorable. ¡Ya estamos deseando que llegue la próxima!.
A todo el equipo y, por supuesto a nuestros amigos, Nacho, Quique, Ricardo y Pepe GRACIAS.